“Los profesores universitarios nos hacemos en el ejercicio de la actividad”


Trasunta un andar enérgico y dinámico al verle circular por los pasillos de la escuela de Ingeniería Forestal de la Universidad de Talca y no parece denotar tedio o cansancio. Está muy contento porque hace unos días se lanzó un libro de su autoría junto a otros colegas, hay una buena producción de artículos científicos y se mueve entre La Serena y Valdivia por los proyectos tecnológicos que están ejecutando. Coordina un programa internacional de hidrología de la Unesco para América Latina y el Caribe y es Vicepresidente del Comité Chileno para el Programa Hidrológico Internacional de la Unesco. Se trata del profesor Roberto Pizarro Tapia, quien posee un vasto curriculum académico, que lo hace conocido y reconocido a nivel nacional e internacional, pero no es esto lo que nos ocupa. Es su fama de profesor al interior de sus alumnos y ex alumnos, que lo hacen merecedor de la palabra maestro. “El profe es jugado por sus estudiantes. Nos enseñó lo que es el rigor académico y nos exigió trabajo, y lo hizo con calidez, haciéndonos sentir que podíamos llegar a ser los mejores, independiente de nuestros puntajes de entrada a la universidad”, señala César Farías, ingeniero de la empresa CMPC y quien siempre mantiene vínculos con la universidad y su profesor.

SUS INICIOS

Roberto Pizarro es profesor de las cátedras de Hidrología y de Conservación de Aguas y Suelos desde hace casi 30 años. Llegó, recuerda, en junio del 89, cuando la universidad y las universidades regionales en general eran muy pequeñas. “Me encontré con estudiantes tímidos, con grandes capacidades que no afloraban, en función de una educación previa de mala calidad, pero por sobre todo, con una carencia muy fuerte referida a creer en ellos mismos y en sus capacidades. La hidrología que es la materia que enseño, aborda matemáticas, física, química, hidráulica, ecología, etc., y eso exige estar muy al tanto de distintas materias. Esto exige un trabajo fuerte, que mis estudiantes han sabido aquilatar y expresar”, reconoció.

Los logros docentes de este profesor universitario, se expresan en varias generaciones de ingenieros forestales, que abrieron un camino laboral en la disciplina de la hidrología para estos profesionales. Se les encuentra trabajando en el ministerio de obras públicas, empresas privadas, ministerio del interior y en diversas instituciones en donde se requieren conocimientos de hidrología. “El profesor ha inspirado a muchos alumnos en su trayectoria como académico, entre los cuales me incluyo. La inspiración e imagen que él me ha transmitido, ha sido la de alguien que realiza su trabajo con honestidad, integridad y, lo más importante, bocacíón, lo cual se refleja en los distintos logros que ha tenido como profesor y como profesional. Es por ello que la huella que él deja en sus alumnos es la de un maestro, más que la de un profesor”, cuenta Felipe Pérez, ingeniero de la Dirección General de Aguas en Santiago.

HERENCIA FAMILIAR

El profesor Pizarro cuenta que sus padres han sido profesores y que la docencia se le da por el ADN que trae en sus venas y por ser ex alumno del Instituto Nacional, donde tuvo grandes profesores. Piensa que enseñar a otros es una gran responsabilidad, especialmente cuando los estudiantes son en su mayoría primera generación de profesionales y requieren apoyos que van más allá de lo meramente cognitivo. “Fui alumna y tesista del profe; él hace sencilla de entender una materia tan compleja como es la Hidrología. Sus clases las lleva a situaciones cotidianas y a partir de esto existen miles de anécdotas muy graciosas. Recuerdo en una clase haber terminado todos bailando con él para explicarnos un proceso de simulación hidrológica; nunca más olvidé esa materia”, cuenta Lastenia León, ingeniera del Ministerio de Obras Públicas.

Un curso del profesor Pizarro realiza una gira a la Región de Coquimbo todos los años. Es una gira especial. “No nos dejaba dormir en el bus; cada punto era una instancia de aprendizaje, de trabajo, de conocimiento. Nos enseñaba cómo en zonas áridas se conseguían cosas y que nosotros en el Maule debíamos hacerlo con mayor razón. Pero por sobre todo nos enseñaba a ser mejores personas y a practicar valores de solidaridad y compañerismo. Esa gira me marcó en mi formación profesional”, dice Carolina Morales, ingeniera del Ministerio del Interior.

FACTOR CLAVE: LA INVESTIGACIÓN

La investigación cuenta el profesor Pizarro, es muy importante para generar una buena docencia. Los resultados se traspasan a los alumnos y es posible abrirles un camino para que avancen por sobre lo que se les ha enseñado. Una de sus máximas es la del filósofo alemán Nietzsche, quien decía “mal paga a su maestro aquel discípulo que pretende continuar siéndolo”. Es decir, los estudiantes deben saber superarte. En este marco, hay varios ejemplos de estudiantes que han ido en la línea de la investigación. Uno de ellos es Rodrigo Valdés, quien está terminando sus estudios de doctorado en la Universidad de Arizona. “El profe es un formador nato. Nos enseñaba a pensar, a ver las cosas diferentes, a ser ingenieros, a obtener e interpretar los números, pero siempre con una sonrisa y un optimismo a toda prueba. En mi opinión, su gran calidez humana y profesional siempre lo han diferenciado positivamente respecto de sus pares”. Pero no recuerdan solo eso. “Todas las generaciones que hemos sido sus alumnos, hemos formado un lazo que va más allá. Él siempre está atento a saber cómo les ha ido y muchos vuelven en busca de consejos no solo técnicos, sino también para la vida y sus familias”, señala Mariela Hormazábal, ingeniera de un importante banco.

Cuando le contamos al profesor Pizarro sobre este reportaje, agradeció a sus estudiantes y a nuestro diario, pero recordó que esto solo es hacer la pega, más cuando se trata de una universidad del Estado, ya que todos los chilenos y chilenas pagan los sueldos de los profesores. Tras esto y con cierta humedad en los ojos, se disculpa con una sonrisa e interrumpe la conversación, porque debe dirigir un taller de artículos científicos. Y con la misma energía que le vimos aparecer se despide y desaparece entre pasillos, estudiantes y recuerdos que forman el núcleo de la docencia universitaria.

 

 
 


 
Reflexiones y vivencias de un graduado de Ingeniería Forestal en suelo extranjero


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