Las catástrofes naturales son eventos repentinos e importantes que pueden afectar gravemente distintos lugares del planeta. Chile se encuentra dentro de una zona altamente sísmica y volcánica, con lo cual los fenómenos naturales de gran magnitud son, serán y han sido una constante dentro del territorio nacional. Sin embargo, a pesar de tener un conocimiento claro acerca de la repetitividad de este tipo de catástrofes naturales en el tiempo, aún no se han aplicado de manera sistemática herramientas que permitan la valorización del impacto de los eventos catastróficos, hecho de alta relevancia, dado que la ocurrencia de este tipo de fenómenos trae consigo una serie de problemas relacionados principalmente con la asignación óptima de recursos. Además, en la actualidad no existen parámetros de comparación entre las distintas localidades (comunas y regiones), que permitan decidir de manera adecuada el destino de la inyección de recursos por parte del estado.

Es así que el impacto del terremoto/tsunami en Chile sobre la actividad macroeconómica será, ciertamente, un tema de intenso debate durante los próximos meses y tiene un importante componente de incertidumbre. En este sentido, puede considerarse que la evidencia disponible a nivel internacional muestra que los desastres naturales tienen una serie de impactos en las actividades económicas y la población en general, y que los efectos son más significativos a nivel regional o local, lo que no necesariamente se refleja en un impacto similar a nivel macroeconómico debido a los procesos de agregación. Los efectos del sismo pasado se concentran principalmente en las regiones de O'Higgins, Maule y Biobío, que en su conjunto representan alrededor de la mitad de la actividad del sector agropecuario-silvícola y cerca de la cuarta parte de la actividad de la industria manufacturera, además, representan la tercera parte de la generación eléctrica del país.